18. abr., 2022
Mari (madre tierra) y sus seres mágicos
- Pero que está pasando?
- como puede ser, que los humanos no cuiden la que es suyo?
- basura por todas partes.
- contaminación
- bosques talados.
- ríos secos y mares contaminados.
- esto va a acabar con todos nosotros
- aún recuerdo cómo conocí a mis seres mágicos .
- esos que tanto me ayudan día a día para conseguir el equilibrio de todo lo que conocemos.
- pero mejor, empiezo desde el principio.
1) Hola soy Mari, también en muchos otros lugares conocida como: Maddi, Amalur,
Mariurena, la dama de Anboto, madre naturaleza y madre de todos los seres que habitan en
ella. Los montes, desiertos, mares, bosques, ciudades y pueblos son lugares que visito sin
que apenas os deis cuenta.
Yo soy un ser mágico y como tal también puedo adquirir cualquier forma. Ya que me puedo
convertir en cualquier cosa como: aire, fuego, agua, tierra, árbol, roca, pájaro, en todo
aquello que podéis imaginar, me puedo convertir.
Quiero contaros todo lo que me pasó en un paseo que di en los bosques de Euskal Herria.
Me crucé con muchos seres, unos más agradables que otros, pero todos muy importantes
para la naturaleza.
2) Yo vivo en el monte de Anboto, pero muchos son los lugares que regento.
Suelo influir mucho en cambios de tiempo, me suelo desplazar de una montaña a otra y con
el cambio modificó las temperaturas y consigo hacer que llueva o salga el sol.
He recorrido los bosques de Euskal Herria en los que conocí a muchos personajes mágicos
de la mitología. Os voy a contar anécdotas de los que ahora son amigos míos y que tanto
me ayudan hoy en día.
3) Una tarde, mientras me trasladaba con mi carromato de fuego tirado por carneros al
monte Txurrumurru, divisé, desde lo alto, que algo muy grande se movía entre los robles
centenarios de esa zona.
Decidí bajar y acercarme para ver que era.
4) Cuál fue mi sorpresa cuando me encuentro de bruces con Basajaun, un ser mágico,
bonachón, de gran envergadura y que se dedicaba a vagar por los bosque de Euskal Herria
vigilando a sus habitantes y flora local. Digamos que era el guardián de los montes. Lejos de
ser agresivo, era protector de los rebaños de ovejas, y estas indican su presencia con una
simpática sacudida de cencerros.
5) Cuando se acercaba una tempestad o los lobos, daba gritos y silbidos en la montaña
para prevenir a los pastores. A cambio, Basajaun recibe como tributo un trozo de pan que
recoge mientras los pastores dormían. El junto a su compañera, Basandere, formaban un
equipo perfecto, el cual, me daba confianza para poder proseguir mi camino.
6) Basajaun me contó que no muy lejos de allí se encontraba Tartalo, un gigante de un solo
ojo también conocido como cíclope. Malvado y muy poco amistoso, este individuo se
divertía tirando rocas descomunales con su gran fuerza, de una montaña a otra, creando de
esta manera dólmenes que perduran hoy en día entre nosotros. Tiene atemorizados a los
aldeanos de los alrededores ya que cuando tiene hambre, lo mismo le da una cabeza de
ganado, que un niño o un hombre adulto.
7) Yo, que soy madre de madres, pensé que seguramente este ser era un alma
atormentada por algo que le ocurrió en el pasado y prometí que si me lo cruzaba en mi
camino le intentaría ayudar.
Ya estaba anocheciendo y tenía que llegar hasta el monte Munaguirre. Así que me despedí
de Basajaun y Basendere y seguí mi camino.
8) Cuando estaba llegando a Munagirre, me di cuenta de que Gaueko ya estaba
merodeando por allí. Gaueko es algo más que la oscuridad, es el dios de las tinieblas. Si
caes en sus redes, puedes perderte para siempre y nunca jamás te encontrarán. todos los
habitantes del bosque huyen a sus guaridas y madrigueras, excepto los seres nocturnos,
que son aliados directos de él. Aunque a mi no me afectara semejante amenaza, corrí a una
de mis cuevas para resguardarme del rocío de la noche y escuche sorprendida los aullidos
de los lobos, cantos de lechuzas y sonidos de la noche.
9) A la mañana siguiente, desperté con un hermoso canto llegó hasta mis oídos. Decidí
seguir el sonido envolvente y suave que poco a poco me iba cautivando. Allí estaba, orillas
de las pozas de Oiakinta entre un sinfín de insectos como: libélulas azules, peces de color
arcoiris y un paraje que sin duda era mágico. Vi sentada sobre una roca desgastada por el
paso de los años a una Lamia. Un ser femenino de cabellos de oro, pies de pato y belleza
inigualable, que cantando tranquilamente. Su mayor pasatiempo es peinar su larga
cabellera con un hermoso peine de oro puro.
10) Son embajadoras de la honradez y muy poco amigables del fraude. Muchos son los
humanos que piden ayuda y recomendaciones, si ellos las tratan con educación y buen
saber estar, obtendrán buenos resultados de ellas pero, a la menor sospecha de que les
están engañando ellas se lo harán pagar muy caro a aquel que se atreva a retarlas.
Cuentan que en una pequeña aldea muy cercana, 2 vecinos de esta, intentaron arrebatar
uno de sus peines para subsanar sus deudas. Nunca jamás se volvió a saber de ellos.
Vosotros, si seguís mis consejos no tendréis que preocuparos nunca de nada.
11) Hablando de sentiros seguros, os voy a decir de un elemento para vuestra protección.
Pues bien, existe una flor que crece en los altos montes de nuestra tierra. Sirve para alejar
los malos espíritus y maldiciones que puedan rodearnos. Esta extraña flor se llama
Eguzkilore, también conocida como flor de sol. Todas las fuerzas de la oscuridad huyen
despavoridas en su presencia. Los sabios, brujas y curanderos las suelen colocar en el
portón de entrada de sus casas, de esta manera, generaba una barrera de protección en
toda la casa.
12) Después de estar con la lamia, observe que se me hizo un poco tarde y decidí
convertirme en viento, uno de los cuatro elementos que más me gusta. Me gusta ser viento,
mover las hojas de los árboles, volar junto los pájaros y sentir el aire en mi cara y melena.
Esta vez me dirigía a Kopakoarri, un monte situado al lado de la presa de San Antón. Cerca
de allí, un viejo caserío medio derruido tenía una extraña actividad. Allí vivía un casero
anciano medio ciego y sordo como una tapia, que intentaba hacer surcos en su humilde
huerto para plantar sus verduras y hortalizas.
13) Decidí acercarme y hablar con él. Sin dudarlo y viendo la dificultad con la que trabajaba
el buen anciano, le ofrecí mi ayuda. A lo que él me contestó:
- Muchas gracias señora pero, aunque usted me vea flaquear en mi labor, cada día
que empiezo una tarea nueva y me voy a acostar, al día siguiente me levanto y me
encuentro las labores hechas, como si de magia se tratara.
14) Esa noche decidí esconderme entre unas malezas que había junto al viejo caserón, ya
que tenía una intuición.
La noche cayó y el casero se metió en su destartalada cama. Un rato más tarde, cuando el
anciano ya roncaba como un camión, vi aparecer unos pequeños seres diminutos con
orejas enormes y pantalones de un color amapola intenso. Mi intuición no me fallo, se
trataba de los Galtzagorris.
15) Unos diminutos seres que suelen vivir en cajas de cerillas, nidos de pájaros
abandonados o en cualquier sitio diminuto. Son unos trabajadores impresionantes. Siempre
hacen el trabajo más duro y engorroso. Generalmente, tienen un amo que les ordena las
tareas, aunque esta vez no. Ellos le echaban una mano al viejecito y a cambio comían de
los frutos que este cultivaba y se resguardaban de la intemperie en el interior del caserón,
dentro de una lata roñosa y abollada por todos lados.
16) Ya descubierto el enigma de estos pequeños hombrecillos, me adentre en el bosque
para buscar un lugar donde descansar. Tenía que dar de comer a los carneros de mi
carromato y acicalarlos para un grandísimo evento. Hoy es 22 de Junio y mañana me
espera un día fabuloso.
17) La noche del 23 al 24 de Junio suelo presidir el solsticio de verano con mis amigas de
Zugarramurdi. Desde tiempos inmemorables, la magia, las pociones y hechizos son su
principal función. Son las temidas brujas, que por otro lado no debemos de tenerles miedo.
Aunque están mal vistas por todos los humanos, ellas son las que se encargan de crear
medicinas, ungüentos elaborados con raíces, semillas y plantas del bosque, que hoy en día
se utilizan, y que seguramente vuestros padres tendrán en algún lugar para cuando os
duela la cabeza o tengáis retortijones de tripas.
18) Todas estas medicinas y hierbas fueron creadas por brujas. Por otro lado, están las
hechiceras malvadas que son aliadas del demonio y la oscuridad. Hacen conjuros malignos
y echan males de ojo. También tengo que decir a su favor que, si no tienes cuentas
pendientes con ellas, ellas no deberían hacerte ningún daño.
19) Como habéis comprobado, hay un sinfín de personajes mágicos mitológicos. Otro día os
seguiré contando cómo conocí a mis queridos personajes marinos y otros muchos más
pero, por ahora es el momento de que vuelva a mi hogar.
Hasta pronto retoños y recordar que, cada vez que paséis por vuestros bosques, montes y
ríos, allí podría estar escondido un ser mágico de la naturaleza. Cuida de ella y ella cuidara
de ti.